Esto se debe a que la tasa de desempleo de la nación se encuentra actualmente en 7.9%. Esto es el doble de la cifra que se informó en febrero. También hubo una nota de pesimismo debido al hecho de que se informó que la producción fue un 2,9% más baja que en esta época del año pasado. Todo lo cual ha sugerido que la recuperación podría requerir un estímulo adicional si se quiere evitar el colapso por temor a una “segunda ola” de la pandemia. Las cifras serán interpretadas de manera diferente por ambos partidos políticos antes de las elecciones presidenciales del martes. Donald Trump destacará cómo la subida del PIB del 7,4% respecto al trimestre anterior demostrará cómo ha controlado los efectos de la crisis. Esto es especialmente así porque el aumento trimestral récord anterior fue un modesto 3,9% que se registró en 1950. Sin embargo, Joe Biden se apresurará a aprovechar los aspectos más inquietantes del informe publicado por la Oficina de Análisis Económico. La economía del país ha enfrentado un duro desafío al lidiar con una cantidad masiva de préstamos comerciales y pagos adicionales por desempleo. Queda por ver qué cifras se publicarán para el cuarto trimestre de 2020 cuando estos préstamos y pagos se hayan eliminado.

Continúa la ola de despidos

Se han inyectado billones de ayuda gubernamental en la economía en un intento por ayudar a las empresas a reabrir. Esto ha ayudado a que las tasas de desempleo vuelvan a bajar al 7,9 % el mes pasado desde un máximo del 14,7 % en abril. Pero se cree que todavía hay 10 millones de puestos que se han perdido desde la ola de recortes de empleos de la primavera pasada. En lugar de recuperarse, se han informado numerosos despidos importantes en las principales empresas estadounidenses. Estos han incluido marcas de peso pesado como Walt Disney, Boeing y Charles Schwab. La semana pasada, otras 751.000 personas solicitaron el desempleo. No se espera que estos cambios radicales en las cifras continúen. Pocos economistas esperan que la economía estadounidense crezca o se contraiga tanto como lo ha hecho durante los seis meses anteriores. Pero el estado de ánimo predominante es que la economía de la nación terminará el año más pequeña de lo que comenzó. Queda la pregunta sobre qué tipo de alivio adicional puede ser necesario para continuar la recuperación de la pandemia. El debate actual en Washington parece haberse estancado, pero se cree que la decisión de reabrir la economía está detrás de las cifras económicas relativamente positivas. El gasto de los consumidores ha sido un factor crítico en el aumento del PIB. Pero aún está por verse qué significan estas cifras para los millones de estadounidenses cuyas vidas se han visto destrozadas por los efectos del covid-19.